miércoles, 31 de diciembre de 2014

Reseña II.

LA OSCURIDAD.

¡Feliz Navidad! Espero que estéis pasando unas fiestas mágicas y que Papá Noel haya llenado vuestra pequeña gran biblioteca de cientos de maravillosos libros, de cientos de  maravillosas vidas.

Hoy os traigo la segunda parte de Los Guardianes del Tiempo, el libro con el que desperté vuestro apetito por esta maravillosa trilogía. Y, ¿qué mejor manera de empezar el año que con una buena historia?

''La Oscuridad'' es la segunda parte de la exitosa trilogía de Marianne Curley. Es una emocionante historia repleta de suspense e intriga que os dejará expectantes y con muchísimas ganas de la última entrega de esta trilogía que, próximamente, tendréis por aquí.

En esta ocasión el libro está escrito desde el punto de vista de Isabel y Arkarian  que narran cómo las cosas comienzan a ponerse difíciles para los Guardianes del Tiempo. A Isabel la conocemos bastante por la anterior entrega, pero Arkarian es un misterio que va a ir desvelándose muy poco a poco.

Ethan, Isabel y Matt se encuentran entrenando cerca del lago cuando se ven sorprendidos por una tormenta muy extraña de la que logran escapar gracias a uno de los poderes de la joven, que ya no es una aprendiz. La culpable de esto es Lathenia, Diosa del Caos, que ha decidido ejecutar su plan  de venganza un año después de la muerte de Marduke, del que estaba enamorada.

Al volver de una de las tantas misiones encomendadas a Isabel y Arkarian, Marduke y cuatro secuaces de la Orden del Caos secuestran a Arkarian en la Ciudadela para llevárselo al inframundo y que, una vez allí, Lathenia altere el pasado provocando que el Guardián de cabello azul nunca llegue a nacer.

Pese a que Isabel busca llevar a cabo una misión de rescate, el Tribunal de los guardianes desecha su petición y no se lo permite. Ethan, que la apoya incondicionalmente en esta decisión, conseguirá convencer junto con ella a tres miembros del Tribunal que les ayudarán a llegar al inframundo.  

Matt conseguirá colarse en este viaje y juntos se embarcarán en una aventura donde tendrán que lidiar con cientos de cosas nuevas y desconocidas: un lugar ausente de luz, repleto de criaturas peligrosas y donde, entre la espesa niebla, tendrán que enfrentarse a sus mayores miedos y debilidades.

Mi opinión personal: Este libro es más profundo y oscuro que el anterior. Pero también afloran muchos más sentimientos en protagonistas y, por tanto en nosotros, lectores.

De la misma manera que el anterior libro, cada capítulo se cuenta desde un punto de vista diferente. Este hecho, nos permite vivir más a fondo la historia e ir conociendo en profundidad a los protagonistas.

Marianne Curley nos vuelve a presentar un libro vibrante y lleno de emoción que no dejará indiferente a nadie, y nos permitirá sumergirnos en un mundo donde siempre es media noche y cuya luna llena es roja.

¡Feliz 2015 a todos! No dejéis de soñar, estas 365 páginas prometen.

martes, 9 de diciembre de 2014

Reseña I.

LOS ELEGIDOS.

¡Bienvenido, querido lector!

Hoy abro mi pequeña gran biblioteca para ti y, con ello, doy comienzo a este blog.

''Los elegidos'' es una novela de fantasía cuya trama te mantiene expectante desde el primer segundo. Fue escrita por Marianne Curley en el año 2002 y es el primero de los libros de la trilogía Los guardianes del tiempo.

Imagina que fueses capaz de cambiar el pasado, y así evitar una serie de catastróficos acontecimientos en el futuro. Ethan es uno de los Elegidos, un guardián del tiempo que tiene la misión de luchar contra la Orden del Caos, un grupo de seres malvados que intentan alterar el curso de la historia para sus fines perversos.

Con tan sólo cuatro años, Ethan Roberts contempló el asesinato de su hermana Sera. Este hecho hubiera causado aún mayor daño en él de no haber sido porque Arkarian apareció en su vida.

La muerte de la joven dejó la familia fracturada y, doce años más tarde, las cosas no han cambiado. Nadie en casa ha conseguido superar la pérdida pero Ethan, contra todo pronóstico, a conseguido seguir adelante luchando por ser un Guardián.

A sus dieciséis años puede alardear de ser uno de los mejores aprendices de la Guardia, que se ocupa de mantener el curso de la historia. Lo que el muchacho aún no sabe es el largo camino que le queda por recorrer.

La historia da un giro cuando a Ethan se le encarga instruir a Isabel, la hermana pequeña del que fue su mejor amigo. En el pasado no le hubiese molestado mucho, de no ser porque la muchacha sentía algo por él, pero ahora todo es distinto: no quiere tener nada que ver con Matt.

Por ello, Ethan tiene que encontrar el modo de reunirse con Isabel sin levanta sospechas en el sobreprotector hermano mayor de la joven.  

Isabel es una Guardiana y debe aprender a manejar sus dones y a cumplir misiones que evitarán que la Orden del Caos altere el curso normal de la historia. Ambos se verán envueltos en unos acontecimientos que ocurren en el pasado, que sufren ellos en presente y que pueden alterar el futuro para toda la humanidad.

Mi opinión personal: Después de volver a leerlo hace muy poco, recordé porque me gustó tanto las primeras tres veces que lo hice. Es un libro que recomendaría a cualquier ávido lector que busque viajes en el tiempo, poderes mágicos, una lucha entre el bien y el mal, y una profecía.

Al narrar la historia desde diversas perspectivas, la autora, da voz y vida a cada personaje, y nos permite vivir el relato en primera persona y de la manera más intensa.

Universitaria primeriza.

Septiembre llegaba a su fin y con él daba comienzo un nuevo capítulo en mi vida y en la de muchos otros universitarios repartidos por todo el globo terráqueo. Secundaria y selectividad, que tantas horas de sueño nos habrían robado, no parecían tanto al pasar  esta página.

Durante los primeros días mi vida dio un giro de 180º y quedó patas arriba: nuevos compañeros y profesores cuyos nombres trataba de ir memorizando, edificios que poco tenían que envidiar al laberinto de Dédalo, colas interminables en la cafetería para pedir una mísera botella de agua y una larga lista de etcéteras.

Ahí estaba yo: un manojo de ilusión, ganas, vértigo y nervios. 


Muy pronto el vértigo y los nervios quedaron eclipsados por la ilusión y las ganas. Poco a poco fui aprendiéndome los nombres de todos aquellos con los que pasaba cada mañana en el aula y  descubrí trucos para que me atendieran antes en la cafetería. Eso sí, aún me sigo perdiendo por la Universidad.

Con el paso de los días fui haciéndome a este gran cambio. Clases, prácticas, descansos por la Universidad con mis compañeros... Todo muy idílico, ¿verdad?

Lo era. Pero pronto comenzó a surgir otro pequeño problema: la falta de tiempo.

♡Con el transcurso de los días mi agenda comenzó a llenarse de trabajos, exámenes y prácticas. El tiempo de ocio, que me sobraba en verano, comenzó a mermar considerablemente y los días se me hacían demasiado breves para todo lo que tenía que hacer durante sus veinticuatro horas.
¿No te parece curioso?  Cada vez tenemos más comodidades y aparatos destinados a facilitarnos la vida. Pero, a pesar de ello, algo estaba haciendo mal para vivir sin tiempo para nada. 

Una de las cosas que más me molestaba era estar perdiendo mi ratito de libro y manta junto al radiador. Tenía que hacer algo y sabía muy bien el qué: Organización.

Lo primero que hice fue priorizar. Discerní lo que era obligatorio de aquello de lo que podía prescindir, decidí atender lo importante y no dejar que se transformara en urgente. 
En lo respectivo a la universidad, cada asignatura exigía un tiempo determinado,  unas más y otras menos. No todas son iguales y, por tanto, no podía dedicarles el mismo tiempo a cada una. Comencé a  llevar las materias al día sin tener que renunciar a mis pequeños momentos. Lo importante es, como dije antes, establecer prioridades, saber cuánto tiempo por día se le debe dedicar a cada asignatura y no permitir que una absorba el tiempo de otra.  

En segundo lugar decidí que dedicaría a la gente de mi entorno y a mi persona un par de horas al día. Nunca debemos renunciar a la familia y a los amigos. Pienso que son prioridades y la principal fuente de nuestra felicidad.

Día a día voy administrando mejor ese tiempo que me sabía a poco, pero si en tu caso no pasa lo mismo no debes decir que no a toda orientación y ayuda que se te ofrezca si el estrés no desaparece. Respira profundo, organízate, sé constante y verás que no es tan complicado como puede llegar a parecer. 

La universidad es maravillosa si sabes como disfrutarla.

Yo ya sé cómo hacerlo, ¿y tú?