Mi mirada para el mundo.

Mi madre siempre ha dicho que tengo un velo delante de los ojos que me hace verlo todo color de rosa, pero algo debe haber cambiado. Ahora todo es un poco más gris.

Han pasado muchos años desde que los medios de comunicación, y sobre todo la televisión, comenzaron a mostrar la peor de las dos caras de la moneda. La búsqueda, y el relato, de la mayor de las desgracias se ha convertido en su principal objetivo, y este hecho está volviendo al público negativo y carente de fe en el mundo actual.

De esa manera es normal que la gente vaya con el humor agriado al trabajo, que no duerma la siesta cómo es debido y que se acueste cada noche con la sensación de que el mundo es un lugar horrendo.

Por todo ello, la televisión que busco es positiva y con un aire juvenil. La gente, y en concreto el futuro de este pequeño gran planeta, necesita algo más que noticias que les aterren, apenen y hagan sentir débiles; es necesario dejarles ver la otra cara del mundo, de sentir que las cosas no van tan mal como muchos las pintan. El café no está tan fuerte si se toma con un par de cucharadas de azúcar.

Está en nuestras manos, futuros periodistas y comunicadores, cambiar eso. Mostrar el lado más bonito de la vida, dale pinceladas rosas a este mundo que se está volviendo tan gris.

''Sé el cambio que quieres ver en el mundo''.

Por último, mi palabra para el mundo son todas las palabras habidas y por haber. Pues, como dije, nací con un libro bajo el brazo y no con una barra de pan.

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